En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
Vamos a retrasar el reloj 1.800 años. De pronto, las calles de Zaragoza se convierten en las de Caesaraugusta, la gente habla en latín, visten con túnica y no hay ruido de coches. ¿Os venís a recorrer aquella ciudad? Podemos hacer un recorrido básico que incluya un paseo descubriendo la huella de la ciudad romana en el urbanismo actual, viendo los restos más importantes y entrando en uno de los museos romanos, o bien diseñarlo a vuestra medida eligiendo lo que más os interese de entre los restos que pueden verse en la calle, los cuatro museos arqueológicos (Foro, Puerto, Termas y Teatro) y el Museo de Zaragoza.
¿Cómo era la vida cotidiana de los romanos? ¿Qué comían, cómo se relacionaban, cómo vestían, cómo eran sus casas? Han pasado muchos siglos, pero no hay problema. El mayor chismoso de Roma, el poeta Marco Valerio Marcial (nacido en Bílbilis, junto a la actual Calatayud) nos dejó sus versos llenos de cotilleos, de gracia, de veneno y de muchísima información ¿Queréis pasar un día con él en la Roma del año 100 d.C.?
En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
En 1526 los musulmanes son expulsados de Aragón, 812 años después de llegar. Muchos se van, pero otros prefieren bautizarse y quedarse. En los muros de la Aljafería están escritas muchas de las historias ocurridas en esos siglos, historias de respeto y de intolerancia, de intercambios y de persecuciones, de amor y de odio.
En el año 1118 Alfonso I el Batallador conquista Zaragoza a los musulmanes, iniciándose así un período nuevo en la historia de la ciudad. Si queréis conocerlo os ofrecemos un recorrido que nos llevará a conocer un poco de todo lo que se hizo en aquellos siglos, descubriendo obras románicas, góticas y mudéjares.
En el año 2001 la UNESCO reconoció el arte mudéjar aragonés como Patrimonio de la Humanidad. Vamos a descubrir algunos de sus mejores ejemplos viajando a la Zaragoza de los siglos XIV y XV, en un recorrido que podemos preparar a vuestra medida y que puede llevarnos a la Aljafería, San Pablo, los restos del convento de Santo Domingo, el exterior de la Seo…
Durante siglos hubo en nuestra ciudad judíos, moros y cristianos, y los resultados de esa convivencia siguen ahí: el idioma que hablamos, nuestra gastronomía… Vamos a buscar en la Seo lo mejor y lo peor del legado de aquellos siglos, desde el arte mudéjar al asesinato de San Pedro Arbués.
En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
Zaragoza, en el siglo XVI, “casi daba de sí un olor a Italia”. Os proponemos recorrer “Çaragoça, la harta” partiendo de las vistas de la época y las descripciones de los viajeros para acercarnos a descubrir no solo los monumentos más significativos, como la Lonja, sino también las magníficas casas que se construyeron los ciudadanos, y de las que todavía conservamos un buen número de ejemplos.
Queremos compartir con vosotros la pasión por uno de los personajes más admirables de la historia, y seguramente el aragonés más importante del Renacimiento. Su vida, hasta que fue quemado a los 42 años, fue una de las aventuras más apasionantes que uno se pueda imaginar. ¿Os animáis a descubrirla con nosotros?
En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
La Zaragoza del siglo XVII es una ciudad que aún conserva gran parte de su esplendor. Es la ciudad del milagro de Calanda, la que ve el inicio de las obras del Pilar mientras se llena de conventos que se decoran con magníficas obras de arte. ¿Os venís a recorrerla con nosotros? El Pilar, Santa Isabel, la Mantería, los Escolapios… podemos hacer una ruta a vuestra medida.
Hay en Zaragoza un lugar impresionante y que pasa casi desapercibido: la Cartuja Baja. Un monasterio convertido en pueblo, o un pueblo que es el negativo de un monasterio, en el que las calles son las galerías de los antiguos claustros y el parque está sobre el cementerio de los cartujos. Si queréis descubrir cómo era una cartuja y, sobre todo, cómo pasaban los cartujos su vida en soledad y silencio, este es el lugar ideal.
El Canal Imperial, construido en el siglo XVIII, es probablemente el paseo más bonito que puede darse en Zaragoza. Además de sus valores paisajísticos nos encontraremos con todo tipo de construcciones de la época: esclusas, molinos, almenaras, puentes… en un entorno absolutamente sorprendente.
En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
Goya pasó en Zaragoza toda su infancia y su juventud. Hoy vamos a recorrer los escenarios en los que vivió y conoceremos no solo algunas de las obras que dejó en la ciudad, sino también las primeras experiencias que le marcaron para toda su vida en relación con temas que le afectaron tanto como la brujería, la locura, la guerra…
Aunque nació en Fuendetodos Goya siempre se sintió zaragozano. Empezaremos visitando el Museo de Zaragoza para hacer un recorrido por la vida del artista en el que incidiremos en su relación con nuestra ciudad, y después nos iremos al Pilar para conocer in situ las obras que dejó allí.
En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
Junio de 1808 – febrero de 1809. Todo lo que ocurre en aquellos meses es extraordinario y las mujeres se salen de su papel tradicional para participar activamente en la lucha, que siempre había sido cosa de hombres. En este recorrido, desde la iglesia del Portillo a la puerta del Carmen, hablaremos de Agustina de Aragón, la madre Rafols y muchas otras.
Zaragoza quedó destrozada después de los Sitios. A la ciudad le costó décadas dejar atrás las ruinas y levantar cabeza, pero a finales del siglo XIX, gracias a la llegada del ferrocarril y a la industrialización, estaba tan lanzada que pudo celebrar el primer centenario por todo lo alto. Os proponemos un recorrido que nos llevará del desastre de 1808 a lo que queda de aquella gran exposición que se hizo un siglo después.
Décadas después de los Sitios Galdós tituló “Zaragoza” al más famoso de sus Episodios nacionales. ¿Queréis recorrer la ciudad siguiendo los pasos de sus protagonistas? Viviremos una romántica historia de amor con el telón de fondo de la más terrible de las guerras, y descubriremos qué queda de aquella Zaragoza que Galdós imaginó, yendo desde la Glorieta de Sasera hasta la Plaza de San Felipe, donde estuvo la Torre Nueva.
En este lugar en el que estamos han vivido antes muchas otras personas. El resultado es esta ciudad y los que vivimos en ella, pues muchas de nuestras costumbres, de los edificios que usamos o de las canciones que oímos desde pequeños ya eran las de los zaragozanos de hace mucho tiempo, y son las que configuran nuestra identidad. Queremos que nuestras actividades sirvan para disfrutar juntos de esta riquísima herencia, y por eso combinamos enfoques atractivos con una metodología en la que prima la participación activa en el descubrimiento. Queremos estimular la curiosidad por lo más cercano, demostrando a los chavales que hay cientos de sorpresas apasionantes a nuestro alrededor.
A lo largo de la historia de nuestra ciudad hay una larga lista de revueltas, motines, asedios… Vamos a viajar a varios momentos “calientes”, desde el medieval Privilegio de los Veinte hasta el Motín del pan, en el siglo XVIII, la revolución que suponen los Sitios, la Cincomarzada…
Hacia 1900 Zaragoza es una ciudad dinámica y moderna en plena transformación. El tren, la industrialización, el tranvía, el cine, los nuevos materiales en la arquitectura… ¿Queréis descubrir con nosotros aquella excitante ciudad en la que todo son novedades por todas partes?
Un paseo por la arquitectura de principios del siglo XX a través de Ricardo Magdalena (autor del Paraninfo o el Museo de Zaragoza), Félix Navarro (responsable del Mercado Central o de la Escuela de Artes) y Francisco Albiñana (a quien debemos la fachada del Casino Mercantil o algunas de los edificios racionalistas más tempranos).
Hay en Zaragoza un lugar que nos habla de una parte muy poco conocida de nuestra historia. ¿Qué fue de los italianos qué vinieron aquí durante la Guerra Civil? ¿Sabías que el hospital más importante lo tenían en nuestra ciudad, y que la torre de la iglesia de San Antonio de Torrero es un enorme panteón en el que están enterrados los más de 4.000 que murieron en España? Pues si queréis descubrir todos los entresijos de esta historia, os invitamos a vistarla con nosotros y descubrir un lugar que ni os imaginabais.
La Exposición Internacional de 2008 no sólo ha transformado completamente la relación de la ciudad con el río, sino que nos ha dejado unas cuantas piezas arquitectónicas que no paran de cosechar premios en todo el mundo, como el Pabellón de España, el pabellón puente… Para descubrirlas, os proponemos un paseo a través de la arquitectura y el diseño contemporáneos.
Hace cien años murió Joaquín Costa en Graus, donde había pasado gran parte de su vida. El Gobierno quiso llevarse el cadáver a Madrid para enterrarlo en el Panteón de Hombres Ilustres, pero cuando el tren llegó a Zaragoza la gente se echó a las vías para impedir que saliera de Aragón. ¿Qué tenía de especial aquel hombre para desatar semejantes pasiones? ¿Queréis que lo descubramos juntos?
No hay un invento más fascinante que el cine. De pronto, el viejo arte de contar historias se llenó de magia, de luz, de movimiento… ¿Queréis saber cómo? Pues de nuestro baúl saldrán linternas mágicas, viejas cámaras de fotos, juguetes ópticos… y conoceremos a algunos de los pioneros que consiguieron convertir en magia un arte único y que nunca ha dejado de asombrarnos.
La iglesia de San Pablo no solo es el mejor ejemplo de iglesia mudéjar en Zaragoza, sino que durante mucho tiempo fue conocida como la tercera catedral de la ciudad, lo que indica la riqueza que llegó a tener. Si venís a visitarla con nosotros podréis descubrir joyas tan increíbles como su maravilloso retablo mayor, pero viviréis experiencias tan distintas como subir a la torre o bajar a la cripta.
El Museo de Zaragoza tiene una maravillosa colección de pintura medieval, procedente de las iglesias y conventos de la ciudad y de la provincia. Pinturas murales, retablos espectaculares, sarcófagos bellísimos… Un lugar ideal para estudiar la evolución de la pintura europea en aquellos siglos.
A mediados del siglo XVI el riquísimo mercader Gabriel Zaporta construyó un magnífico y lujoso patio para su casa con ocasión de su matrimonio. En él representó muchísimas cosas, entre ellas la situación de los planetas del sistema solar el día de su boda, parejas de amantes famosos, los trabajos de Hércules… Vamos a viajar al Renacimiento para descubrir cómo se mezclan el amor y la ambición con los entresijos del poder y el dinero.
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