Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter Suscríbete a nuestro RSS Síguenos en Instagram Suscríbete a nuestro RSS
+34 976 207 363

Tras la sombra de los cartujos – Cartujas y tortugas

¿A qué parece un trabalenguas? Pues para nada. Resulta que en las Cartujas solía haber un estanque con tortugas. ¿Y para qué? Pues no era para que los cartujos se fueran allí a contemplarlas durante horas ni porque les apeteciera poner un toque de exotismo en sus vidas, sino porque nadie tenía muy claro si las tortugas eran carne o pescado. A lo mejor estáis pensando que se me ha ido la cabeza y estoy delirando, pero no, no, para nada. Esto es un debate de enjundia, y como parece que durante siglos no sabían muy bien qué pensar, pues los cartujos decidieron que chico, ahí había un vacío legal y había que aprovecharlo. Porque claro, ellos carne no comen nunca, pero nunca, nunca, y a veces necesitamos las proteínas. Así que para estos casos está la tortuga, que deja la conciencia tranquila y arregla un poquillo el cuerpo.

Usted, señá tortuga, ¿cómo se siente? ¿Carne o pescado?

Y ya que estamos, hablemos de la alimentación de los cartujos, porque eso de “he comido como un cura” no les cuadra ni lo más mínimo. De hecho, si algún día decís que habéis comido “como un cartujo“, mala señal. Para empezar, comen prácticamente siempre solos, aunque un día a la semana se come en comunidad (en silencio, eso sí). Resulta que el fundador de la Orden, San Bruno, era un hombre práctico y realista, y veía que el ideal de vida en completa y absoluta soledad era prácticamente imposible de llevar a cabo para la mayoría. Así que se inventó una fórmula nueva y original: vivir en soledad pero en comunidad.

La celda de un cartujo. Un moderno diría que es minimalista, y se quedaría muy corto

Cada cartujo hace su vida solo, en su celda, pero sabe que está respaldado por la comunidad y para que no lo olvide los domingos comen juntos en el refectorio. Además, dentro de la comunidad están los hermanos “legos”, que son de los que se encargan de todos los aspectos prácticos de la vida. De cuidar el huerto, por ejemplo, de comprar en el exterior lo que ellos no producen, de cocinar, de dejar cada día la comida delante de cada una de las celdas de los monjes… En cualquier caso, cómo sería la vida de aquellos hombres que el abad de Cluny decía: “Son los más pobres entre los monjes, habitan cada uno en una celda, llevan su tosco hábito de penitencia, ayunan casi sin interrupción y comen sólo pan. No quieren saber nada de carne, tampoco compran pescado, aunque lo comen si alguien se lo ofrece. Los domingos y jueves viven de huevos y queso, los martes y sábados de hierbas, los otros días sólo hay agua y pan. Sólo comen una vez al día, excepto los días de fiesta, y guardan el más estricto silencio, comunicándose a través de signos”.

Una dieta equilibrada, ¿eh? Bueno, pues ahora mirad este cuadro. Lo pintó Zurbarán para la Cartuja de Santa María de las cuevas de Sevilla (la de la Expo 92, la de las vajillas de la Cartuja…). ¿Veis las jarras de vino, el pan…? Pues abrid bien los ojos porque hay algo más…

¡¡¡¡¡CARNE!!!!!

Los siete primeros cartujos, entre los que estaba el fundador, San Bruno, se habían instalado en el valle de Chartreuse gracias al apoyo del obispo Hugo de Grenoble, que entre otras cosas les enviaba comida. Total, que un domingo les envío carne con toda su buena intención, pero los pobres, que no tenían costumbre, no sabían qué hacer. El caso es que en plena discusión se quedaron dormidos durante 45 días. La siesta les  dura hasta el Miércoles Santo y el obispo se presenta a visitarlos, encontrándose con el siguiente panorama: los monjes despertándose, sin saber en qué día están, y la carne preparada encima de la mesa ¡¡¡¡y en plena Semana Santa!!!! ¿Qué ocurrió? Pues que la carne de los platos se convirtió en ceniza, y en ese momento decidieron que aquello era una señal del cielo para decirles que de carne, ná de ná (aunque sobre las tortugas el cielo no se pronunció).

En uno de los claustros pequeños de la Cartuja Baja (o de la Concepción) estaba el refectorio (restaurado recientemente), donde los monjes comían en comunidad los domingos

Si queréis conocer una de las dos cartujas zaragozanas no os podéis perder, los sábados por la mañana a las 12’00, nuestra visita a la Cartuja de Aula Dei. Si queréis saber más entrad aquí, y para reservar llámanos al 976207363 o entrad aquí.

Y si queréis saber más sobre los cartujos aquí os dejo algunos post de nuestro blog, y si queréis seguirnos podéis entrar en www.facebook.com/gozARTE y pinchar “me gusta”, o entrar en twitter @gozARTE:

Las cartujas de Aragón

La cartuja de Aula Dei

Un paseo nocturno por la Cartuja Baja

Con la tele en la Cartuja Baja

Las sombras de la muerte

Cartujas y tortugas

8 respuestas a “Tras la sombra de los cartujos – Cartujas y tortugas”

  1. […] Tras la sombra de los cartujos – Cartujas y tortugas […]

  2. […] Tras la sombra de los cartujos – Cartujas y tortugas […]

  3. […] – Las cartujas de Aragón Fauna zaragozana – los gallos de las veletas (y algún otro) Tras la sombra de los cartujos – Cartujas y tortugas Tras la sombra de los cartujos… Un paseo nocturno por la Cartuja Baja Fauna Zaragozana – Los […]

  4. […] en 4 agosto 2011 a 19:02 | Inicia sesión para responder Tras la sombra de los cartujos – Cartujas y tortugas « gozARTE.net […]

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • La cabecera de la Seo de Zaragoza

  • Carrito

  • Suscríbete a nuestro boletín

  • TAL DÍA COMO AYER... Murió el músico zaragozano Pedro Ruimonte, que después de haber sido en Bruselas «Maestro de Música de la Capilla y de la Cámara de sus Altezas Serenísimas» el archiduque Alberto y la princesa Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, volvió a Zaragoza en los últimos años de su vida y fue maestro de capilla en la Seo. #Ruimonte, uno de los compositores españoles más importantes de la época, fue enterrado en la capilla familiar que tenía su hermana en el convento de San Lázaro.
    TAL DÍA COMO HOY... En 1916 se hundió el #Britannic, uno de los hermanos del Titanic (trillizos, en realidad, tres de los barcos más gafados de la historia). Nueve años años antes se habían reunido el presidente del astillero y el de la White Star Line, una de las navieras más importantes del mundo, y habían decidido construir los tres barcos más grandes y más lujosos que existían (entre otras cosas para contestar a su rival, la Cunard Line, que había estrenado los magníficos Lusitania y Mauretania). Los nombres, como no podía ser menos, serían los de las tres razas de la mitología clásica: los dioses olímpicos (Olympic), los titanes (#Titanic) y los gigantes (Gigantic). Los dos primeros se empezaron a construir casi a la vez, siendo el Olympic el primero que surcó los mares. Le siguió su hermano, el Titanic, que estaba destinado a ser solamente el segundo hasta que se hundió y se convirtió en el más famoso de la familia. Eso sí, después de aquel naufragio, ¿quién era el guapo que llamaba Gigantic al tercer barco? Imposible, así que decidieron hacer algo que cualquiera sabe que trae mala suerte, cambiarle el nombre y llamarle Britannic, mucho más discreto.
    ¡¡¡Buenos días!!! Hoy con esta espectacular vista aérea de la #ciudadela de #Jaca (#Huesca)!!!
    ¡¡¡NOS VAMOS A MURCIA Y PROVINCIA!!!
    PENÚLTIMO FIN DE SEMANA EN EL CEMENTERIO DE #TORRERO (#ZARAGOZA)
    TAL DÍA COMO HOY... En 1561 el asiento y minas de #Potosí (Bolivia, aunque en aquel momento correspondía al virreinato de Perú) fueron elevados al rango de Villa Imperial de Potosí.
  • Celebra el año Picasso con nosotros

  • Categorías del producto

  • Calle San Agustín 27-29, 50002 Zaragoza
    Teléfono 976 20 73 63

    Aviso Legal | Condiciones Generales | Política de Privacidad | Política de Cookies

    Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter Suscríbete a nuestro RSS Síguenos en Instagram Suscríbete a nuestro RSS

    Copyright © 2018 Gozarte | Todos los Derechos Reservados | Desarrollo web analiZe