Descripción
Hoy nos vamos a La Rioja y Navarra a conocer dos lugares magníficos: el MONASTERIO CISTERCIENSE DE FITERO (algunos creen que el más antiguo que se fundó en España) y uno de los yacimientos arqueológicos más imponentes del norte de la Península: CONTREBIA LEUCADE. Vamos por partes.
Fitero no es, ni mucho menos, otro monasterio cisterciense más. Para empezar muchos opinan que pudo ser la primera fundación del Císter en la Península (otros piensan que fue Moreruela, en la provincia de Zamora). No está claro, pero lo que es seguro es que está entre las primeras, nada menos que en el 1140, unas décadas después del nacimiento de la orden en Francia.
Y además está en el origen de la orden de Calatrava, la primera orden militar completamente española. Tras la conquista de Toledo los musulmanes intentaron recuperar la ciudad y se creó la fortaleza de Calatrava la Vieja para defenderla, entregándosela a los templarios. Estos acabaron por renunciar y el rey pidió voluntarios, dando un paso al frente el abad Raimundo de Fitero. El fraile fundó entonces una milicia que se regiría por la regla cisterciense, y de ahí nació la orden de Calatrava, que con el tiempo trasladaría su sede a Calatrava la Nueva y finalmente a Almagro.
Hoy el monasterio está rodeado casi completamente por la villa de Fitero, que creció a su sombra (hay incluso casas particulares que “invaden” una parte del conjunto), excepto por la parte de los ábsides, donde hay una gran plaza que permite verlos y apreciar la pureza de la construcción y la austeridad propia del Císter.
Entre otras cosas descubriremos el retablo de finales del siglo XVI con las tablas pintadas por Roland de Mois, que trabajaba en Aragón por aquel entonces y dejó mucha obra en Navarra. Parece que el duque de Villahermosa, al regresar en 1559 del viaje por Europa en el que había ido formando parte del séquito de Felipe II, se hizo acompañar para trabajar en su palacio de Pedrola de dos pintores flamencos, uno especializado en pintura “historiada” y otro retratista. Este último era Roland de Mois, que como veremos hizo mucho más que retratos. Los monjes contrataron con él “pintar, dorar y estofar con toda la primor finos colores y curiosidad que sea posible” el retablo mayor de su iglesia, comprometiéndose el pintor a “que todo lo principal de pintura del dicho retablo el dicho Moys lo haya de hazer por su propia mano“.
Comeremos (incluido) y nos iremos a visitar uno de los yacimientos más importantes que hay en España en este momento, CONTREBIA LEUCADE, situado en Aguilar del río Alhama (La Rioja). Es una ciudad celtíbera de finales del siglo III a.C. en la que se ha conservado estupendamente el sistema defensivo, además de otros elementos. Es el mejor lugar para conocer el grado de desarrollo y la capacidad de organización que tuvieron los celtíberos.
La ciudad controlaba un territorio entre el valle del Ebro y la meseta castellana, algo de lo que fueron perfectamente conscientes los romanos, que volvieron a ocuparla y rehicieron sus murallas con vistas a facilitar el paso de tropas entre el Ebro y la Meseta. Aquí vivieron también romanos, visigodos… pues fue ocupado durante muchos siglos. En este momento sólo está excavado aproximadamente el diez por ciento, con lo que seguro que nos seguirá deparando muchas sorpresas.
Al acabar, volveremos a Zaragoza.
Al acabar, volveremos a Zaragoza.
Cuándo – Sábado 11 de noviembre a las 8’00
Dónde – Paseo de María Agustín, 20, delante del Museo Pablo Serrano
Precio – 68 € (jubilados y mayores de 65 años, 65 €; niños menores de 12 años, 62 €). TODO INCLUIDO: autobús, guía acompañante, comida, todas las entradas, todas las visitas guiadas