Descripción
Como todos los años por esta época las grullas vuelven a la laguna de Gallocanta, una masa acuática situada entre las provincias de Teruel y Zaragoza que es la mayor laguna de agua salada endorreica (es decir, que no tiene salida a ningún río o mar) de toda Europa.
Hace un siglo las grullas nidificaban en España, en las marismas del Guadalquivir y en las antiguas Lagunas de La Janda (Cádiz) y La Nava (Palencia), estas últimas sometidas a intensos trabajos de desecación de cara a obtener usos agrícolas del terreno. Hoy esta especie ya no cría en España, prefiere hacerlo en el norte de Europa. La Península ibérica y el norte de África son sus destinos para pasar el invierno.
Las primeras grullas atraviesan el Pirineo navarro (que es más bajo) en el mes de octubre y aterrizan en Gallocanta. Esto ocurre sólo así desde hace unas décadas, cuando alguna grulla exploradora detectó este lugar. ¿ Por qué eligen el humedal de Gallocanta para pernoctar ? Por su poca profundidad. El agua es un buen repelente para la mayoría de sus depredadores, así las grullas duermen en grupo con las patas sumergidas en el agua.
Algunas se quedan todo el invierno mientras que otras prosiguen su camino hacia Extremadura u otros lugares de la Península. Entre febrero y marzo emprenden el camino de regreso al norte de Europa y muchas de ellas vuelven a parar en esta “área de descanso” para aves migratorias. Como ya son adultos vuelven por el Pirineo aragonés (más alto), pero tienen un poderoso instinto y si hay mal tiempo en las cumbres no emprenden el viaje.
Para el domingo 24 de noviembre hemos preparado una excursión en la que nos iremos a ver las casi 40.000 grullas que en esta época suele haber en la laguna, las veremos por la tarde volver a descansar en la laguna y aprovecharemos la mañana para descubrir uno de los secretos mejor guardados de Aragón: el Castillo de Peracense.
En la frontera con Castilla, cerca de Molina de Aragón, se levanta este imponente castillo, que aún lo es más por la ubicación en que se encuentra y el material con el que fue levantado, la piedra de rodeno de color rojizo, que hace que se mimetice con el entorno de una manera extraordinaria. La misma piedra es la que se usó en un pueblo singular, Rodenas, lo mismo en lavaderos, bancos, fuentes, escudos, capiteles, viejos palomares… Después de visitar el castillo daremos un paseo por sus calles.
¿Os gusta el plan? Pues aquí tenéis todos los datos:
Cuándo – domingo 24 de noviembre a las 7:45
Dónde – Paseo de María Agustín, 20, frente al Museo Pablo Serrano
Precio – 70 € (jubilados y mayores de 65 años, 67€; menores de 12 años, 64€). TODO INCLUIDO: autobús, guía acompañante, comida, todas las entradas, todas las visitas guiadas
*Al reservar es obligatorio el pago de una señal de 20€, el resto se abonará en efectivo el día de la excursión