Descripción
Hoy nos vamos para la comarca del MAESTRAZGO, cuyo nombre viene del maestre, la autoridad máxima de las órdenes militares que tenían propiedades en esta zona, fundamentalmente las del Temple, San Juan de Jerusalén y Montesa (la heredera de los templarios en las tierras del reino de Valencia). Nosotros nos vamos a mover por tres pueblos situados al norte del Maestrazgo turolense (aunque también se extiende por Castellón): CASTELLOTE, BORDÓN y MOLINOS.
Saldremos a las 7’00 de Zaragoza y nos dirigiremos hacia BORDÓN, donde nos espera una fantástica sorpresa: la IGLESIA DE LA VIRGEN DE LA CARRASCA, uno de esos lugares que cuando lo ves no entiendes que no sea muchísimo más conocido.
Vamos por partes. Estamos en el siglo XIII y el Temple es una orden muy poderosa y rica. Tenían castillos en Castellote, Cantavieja, Mirambel… unidos por el camino real que pasaba por aquí. Pues bien, en este lugar un pastor encontró en una vieja carrasca una escultura con una mujer con un niño pequeño, y como aquí no había población la llevaron a la iglesia de Castellote. Ya sabéis lo que pasa en estos casos, ¿verdad? Al día siguiente la Virgen se había vuelto a la carrasca, y así hasta que levantaron una ermita en ese mismo lugar para ella, además de una hospedería (que era lo que en realidad les hacía falta).
El caso es que muy pronto se vio que aquella Virgen tenía mano de santo para el tema de la lluvia, así que los templarios decidieron tirar la pequeña ermita y hacer una iglesia más grande, pues cada vez llegaba más gente, y alrededor de aquella iglesia nació un pequeño pueblo, Bordón. Pasan los siglos, el papa acaba con la orden del Temple (cuyas propiedades pasan sobre todo a los hospitalarios, pero en algunos territorios a otras órdenes como la de Montesa, en Valencia, o la de Cristo, en Portugal) y muchos siglos después, en el XVIII, se tira la techumbre de madera, se construye la bóveda y se pinta con todo tipo de símbolos. Cinco siglos después de la desaparición de los templarios, que no se nos olvide. Pues bien, en estos tiempos de New Age, de misticismos varios, de neocátaros, neotemplarios y neotodos, parece que vienen gentes de todas las partes del mundo a ver la iglesia atraídos por… ¡¡¡su simbolismo templario!!! Repito, cinco siglos habían pasado.
Nos iremos de allí a CASTELLOTE, que aunque es mucho más antiguo tuvo gran importancia en época musulmana. Alfonso I el Batallador lo conquistó, se perdió a su muerte y Alfonso II lo recuperó ya definitivamente. Poco después llegaron aquí los templarios, una de las órdenes militares que se habían creado al calor de la primera cruzada a Tierra Santa, y crearon aquí una encomienda (para administrar los bienes que recibían como donaciones, herencias…).
Fue en la ladera situada al pie del castillo templario donde se desarrolló la villa que, cuando el papa y el rey de Francia comenzaron la persecución, se puso de parte de los monjes-soldados, hasta que el rey de Aragón tomó el pueblo por las armas y entregó sus propiedades a los hospitalarios. En cualquier caso, muchos siglos después Castellote quiere recuperar la memoria de ese período con el Centro de Interpretación de la Orden Militar del Temple, que visitaremos.
En nuestro recorrido por el pueblo, cuyo eje principal será, como hemos dicho, la Orden del Temple, pararemos en lugares tan especiales como “las cuatro esquinas”, las del Bolero de Caspe, “Estas son las cuatro esquinas y las cuatro son de acero,voy a entrar y no me dejan, voy a salir y no puedo…”. Hablaremos también de la destrucción del castillo en las guerras carlistas, de la Guerra Civil… Eso sí, por recomendación expresa de la oficina de turismo no incluimos la visita al castillo debido a las condiciones del terreno, especialmente las importantes cuestas que hay que subir.
Comeremos (incluido) y nos iremos a MOLINOS, donde entraremos por el impresionante barranco de san Nicolás, para irnos a visitar el MONUMENTO NATURAL DE LAS GRUTAS DE CRISTAL DE MOLINOS, unas cuevas espectaculares que hace 25.000 años sirvieron como lugar de enterramiento (de hecho el homínido más antiguo encontrado en Aragón es el de el “Hombre de Molinos”).
Las grutas, que fueron descubiertas en 1961 y cuentan con una superficie de 126 hectáreas, son formaciones kársticas en las que el agua, al transportar depósitos minerales, ha formado y sigue haciéndolo estalactitas, estalagmitas, columnas geológicas, cortinas, cascadas… de una enorme espectacularidad.
Pues bien, este es el plan. ¿Qué os parece? Aquí os dejo el resto de la información:
CUÁNDO – Sábado 9 de septiembre a las 7’00
DÓNDE – Paseo de María Agustín, 20 (delante del Museo Pablo Serrano)
PRECIO – 68 €. TODO INCLUIDO: autobús, guía acompañante, comida, todas las entradas, visitas guiadas