Segovia es una ciudad fantástica, con un patrimonio espectacular que es mucho más que el acueducto que la ha hecho famosa en el mundo entero. Situada en el cruce de dos ríos, el Eresma y el Clamores, que dejan entre ellos un impresionante espolón rocoso sobre el que se sitúa el alcázar, con esa imagen casi de cuento de hadas, es un lugar que nadie se debe perder. Si a eso le sumamos los numerosos atractivos de la provincia, empezando por los palacios de la Granja (con sus impresionantes jardines, la fábrica de vidrio…), las hoces del Duratón, villas medievales como Ayllón, el impresionante castillo de Coca… está claro que no hace falta más. ¡¡¡Nos vamos para allá!!!
Miércoles 21 de agosto
Saldremos de Zaragoza a las 6’30 para dirigirnos hacia la provincia de Segovia, concretamente a Ayllón, un pequeño pueblo medieval magníficamente conservado. Fue cabecera de una comunidad de villa y tierra, una forma de organización política de la Extremadura castellana en las tierras que fueron conquistando a los musulmanes en los siglos XI y XII.
Ayllón tuvo gran importancia y aquí tuvieron lugar un buen número de acontecimientos históricos. Su riqueza venía, en gran parte, de la ganadería y la lana, y de hecho aquí se hacía una de las dos reuniones anuales del Concejo de la Mesta. Con los beneficios de todo aquello se levantaron la mayor parte de los monumentos actuales, la mayoría de los siglos XV y XVI.
Comeremos (incluido) y dedicaremos la tarde a conocer los alrededores de Segovia capital, visitando monumentos magníficos colocados prácticamente al pie de la ciudad antigua. Empezaremos por una joya incomparable, única: la iglesia de la Vera Cruz.
Aunque tradicionalmente se ha dicho que es una iglesia templaria, en realidad fue construida por los caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén (que tiempo después se fusionaron con los sanjuanistas). Es una construcción románica octogonal con un aire muy peculiar y un tanto enigmático, que podremos descubrir en la visita.
Muy cerca de allí, casi a la orilla del río Eresma (uno de los dos que bordean la gran roca sobre la que se asentó la ciudad antigua), se encuentra el monasterio del Parral, muy cercano al convento donde se conservan los restos de san Juan de la Cruz y a la Casa de la Moneda, levantada por Felipe II en un paraje conocido como “La alameda”.
El magnífico conjunto fue construido por el rey Enrique IV de Castilla, hermanastro de Isabel la Católica y padre de Juana la Beltraneja, aunque como todavía era príncipe el nombre que aparece es el de su camarero mayor, el marqués de Villena. “Allí había una ermita, de tiempos atrás, llamada Nuestra Señora del Parral, porque estaba cubierta de una parra antigua“. En el monasterio, de clausura, siguen estando los monjes jerónimos que lo fundaron.
Al acabar nos instalaremos en el Hotel Real Segovia ****
Jueves 22
Segovia y su acueducto están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985. Hoy pasaremos el día en la capital, y empezaremos por la zona del Azoguejo, a los pies del acueducto. Viéndolo cabe preguntarse si realmente era necesario construir una obra de esta envergadura, una de las más impresionantes del mundo antiguo, o si lo que pasaba es que los romanos, a los que tanto había costado conquistar el interior de la Península Ibérica, querían impactar con una muestra apabullante de su poder y de su capacidad de organización. Seguramente un poco de todo, con un resultado absolutamente espectacular.
Los romanos hacían sus obras pensando en que durasen casi eternamente, y en este caso casi lo lograron: el acueducto estuvo trayendo agua a la ciudad nada menos que… ¡¡¡hasta 1973!!!
Después subiremos hacia la plaza mayor (pasando, por ejemplo, por la casa de los picos, con su fachada a base de puntas de diamante) y nos iremos a visitar la magnífica catedral, una de las últimas catedrales góticas de España, construida ya durante el siglo XVI, en pleno auge del Renacimiento. La “dama de las catedrales” es un edificio espectacular que da una impresionante sensación de homogeneidad, pues la parte más importante se construyó en pocos años. Es un poco el canto del cisne del gótico en España (junto con la catedral nueva de Salamanca), y en su interior hay una enorme cantidad de obras de arte extraordinarias.
Acabaremos la mañana visitando la iglesia del Corpus Christi, una antigua sinagoga convertida en iglesia debido a un supuesto milagro. Cuenta la leyenda que en 1410 el sacristán de la iglesia de san Facundo fue a pedir un préstamo a un judío de la ciudad, que accedió a cambio de que le entregara una hostia consagrada. Una vez la tuvo en su mano el médico se reunió con otros judíos en la sinagoga mayor y la arrojaron a un caldero de agua hirviendo, pero la hostia se detuvo en el aire, se abrió una enorme grieta en el museo de la sinagoga y por allí salió mágicamente el cuerpo de Cristo. El sacristán confesó, el obispo fue condenado a muerte y el rey confiscó la sinagoga, que se consagró al culto cristiano llamándola desde entonces iglesia del Corpus Christi. Hoy es la mejor conservada de las cinco sinagogas que tuvo la aljama de Segovia.
Eran tiempos duros para judíos, moros y conversos (o cristianos nuevos), y si uno quería demostrar que era cristiano viejo lo mejor que podía hacer era comer cerdo sin problemas. ¿Y dónde mejor que en Segovia para algo así? Nos iremos, pues, a probar el famoso cochinillo segoviano (habrá otras opciones para quien no quiera).
Por la tarde nos iremos al Alcázar, situado en el extremo de la meseta sobre la que se asienta la ciudad, colgado a pico sobre los dos ríos que la rodean, en un espolón espectacular. Fue la fortaleza de los reyes de Castilla desde el siglo XII (por sus salones han pasado veintiséis reyes, nada menos), y aquí han tenido lugar acontecimientos importantísimos de nuestra historia. Aquí se firmó, por ejemplo, la Concordia de Segovia, el documento que estableció las bases del matrimonio de los Reyes Católicos, y de aquí salió Isabel para ser coronada reina de Castilla a la muerte de su hermanastro, Enrique IV “el impotente”. En el siglo XVIII se instaló aquí el Real Colegio de Artillería, para la formación de los cadetes, y en el XIX tuvo lugar un importante incendio que destruyó una parte. De la reconstrucción posterior salió este lugar, en el que Disney dijo que se había inspirado para el castillo de la Bella Durmiente.
Después daremos un paseo en el que descubriremos otras joyas de la ciudad (la iglesia románica de san Martín, con su pórtico, las murallas…), y también la pensión en la que vivió Antonio Machado entre 1919 y 1931…). Después de haber dejado Soria a la muerte de Leonor Machado consiguió una plaza en Baeza y allí hizo sus estudios universitarios, buscando conseguir los puntos suficientes para trasladarse cerca de Madrid, donde estaban su familia y amigos. Lo consiguió y su siguiente destino fue Segovia, donde pasaría doce años en los que, entre otras cosas, conoció a su gran amor de madurez, Pilar de Valderrama, a la que llamaba con el pseudónimo de Guiomar. ¿Sabéis, por cierto, cómo se llama la estación del AVE de Segovia? Pues claro, Guiomar, recordando que allí se conocieron.
Al acabar, tiempo libre.
Viernes 23
Hoy nos vamos a La Granja de san Ildefonso, situado muy cerca de Segovia. A principios del siglo XVIII, tras la muerte del último Austria sin descendencia, tuvo lugar la Guerra de Sucesión, con la llegada de una nueva dinastía. Felipe V, el primer Borbón, fue conocido al principio como “el animoso”, pero esos ánimos acabarían por desinflarse, tanto que decidió retirarse y abdicar en su hijo mayor, al que la muerte se llevaría menos de un año después. En los años anteriores él y su segundo mujer, Isabel de Farnesio, habían ido preparando aquí muy cerca un lugar para su retiro, pues se había enamorado de estos montes y decidió construir aquí un palacio que le recordase aquel Versalles en el que se había criado. Pero ante aquella nueva situación la Farnesio convenció a su marido de volver a ocupar el trono, en vez de entregárselo, como hubiera sido lógico, a su segundo hijo, el futuro Fernando VI (también de la primera mujer). La Granja, pues, tuvo que ser completamente remodelada. Ya no iba a ser un pequeño palacio para los reyes “jubilados”, sino el centro de la vida de la Corte.
Empezaremos visitando el interior del palacio, lleno de magníficas obras de arte (una sensacional colección de tapices, entre las mejores del mundo, lámparas de vidrio de la fábrica de la Granja, esculturas…), la colegiata (donde están enterrados Felipe V e Isabel de Farnesio, que no fueron a parar a la cripta del Escorial por decisión propia) y los jardines, donde daremos un largo paseo en el que descubriremos las historias de la mitología clásica que nos cuenta el fabuloso conjunto de fuentes.
Comeremos (incluido) y por la tarde nos iremos a visitar la Real Fábrica de Vidrios y Cristales, construida en 1727 para disminuir las importaciones y por tanto los costes de las piezas de cristalería de lujo, a la vez que se protegía la manufactura nacional. La calidad del trabajo que se hacía en ella no dejó de aumentar, y pronto se exportaron piezas a toda Europa, compitiendo con las fábricas más importantes del momento.
Al acabar la visita volveremos a Segovia. Tiempo libre.
Sábado 24
Hoy vamos a pasar el día en la Tierra de Pinares, una gran extensión al oeste de la provincia, “un mar de pinos”, iniciando el viaje en la villa de Cuéllar con su fantástico castillo, que fue declarado, junto a las murallas, Monumento Artístico Nacional en 1931.
Cuéllar es una localidad con un magnífico conjunto de obras mudéjares que están entre las más antiguas de España, construidas en los siglos XII y XIII (el mudéjar aragonés se levanta del siglo XIII en adelante). Como es el conjunto de obras de este estilo más numeroso en Castilla y León, unas veinte entre construcciones religiosas y civiles, se conoce como una “isla mudéjar en un mar de pinares”.
Todos estos edificios fueron levantados durante el período de esplendor económico que vivió la villa, productor del comercio de la lana, que se sostuvo desde el siglo XII hasta el XVI y que fue especialmente importante en época de Fernando III el santo y Alfonso X el sabio, años en los que Cuéllar fue una de las poblaciones más importantes de la Meseta del Duero.
Veremos el interior de la iglesia de san Esteban, con sus magníficos sepulcros, y después nos iremos al castillo, levantado por Enrique IV y cedido a don Beltrán de la Cueva. Después de ser cárcel en época franquista e instituto de secundaria su dueños (Blanca Suelves y Joanes Osorio, para los especialistas en el ¡Hola!) lo cedieron al Estado, que emprendió su restauración. Si cuándo ésta acabe quieren recuperarlo tendrán que pagar el dinero que haya costado la obra, y de lo contrario pasará definitivamente a manos del Estado.
Dejaremos Cuéllar pero no el mudéjar, porque una de las construcciones más impactantes en este estilo es el castillo de Coca, donde nos dirigiremos. En esta villa nació el emperador Teodosio el Grande (uno de los cuatro emperadores hispanos, el que dividió el imperio en dos partes entre sus hijos, Honorio y Arcadio), pero es conocida sobre todo por esta impresionante construcción. La impresionante obra del castillo se hizo en el siglo XV por los Fonseca, una de las grandes familias de la Castilla de la época, siendo comenzada por Alonso de Fonseca, que por entonces era arzobispo de Sevilla.
Comeremos (incluido) y seguiremos nuestro viaje hacia el sur de la provincia, hacia la campiña segoviana, cuyo centro geográfico está en Santa María la Real de Nieva,
El monasterio tiene su origen en la aparición de una imagen de la Virgen en un descampado a la que se conoció como Virgen de la Soterraña, que se cuenta que había sido enterrada a la llegada de los árabes. La reina Catalina de Lancáster mandó edificar una iglesia para ella, con la oposición del cura de Nieva y la nobleza de Segovia, pues todos querían llevársela. No obstante la reina obtuvo dos bulas papales para que el santuario quedara libre de la jurisdicción del párroco.
El palacio fue obra de Isabel de Farnesio, que cuando quedó viuda de Felipe V tuvo que ver cómo Fernando VI (hijo del primer matrimonio de su marido) subía al trono. Así como ella le había marginado en la Corte (junto con su mujer, Bárbara de Braganza), la italiana tuvo que ver cómo ahora era su turno, así que pensó retirarse a este lugar junto a su hijo pequeño, el cardenal Luis de Borbón. Fernando VI se lo permitió encantado, para mantenerla lo más alejada posible de la Corte.
Como el rey murió sin descendencia el trono pasó a su hermanastro, Carlos (por entonces rey de Nápoles), hijo de Felipe V y de la italiana, que volvió triunfante a Madrid. Riofrío, pues, no se finalizó totalmente, y la reina nunca residió en él. Así, del proyecto inicial, que incluía jardines y fuentes, casas de oficio, caballerizas, un convento franciscano e incluso un teatro, quedaron solamente el palacio y una gran plaza. A lo largo del siglo XIX sería utilizado por distintos soberanos, como Francisco de Asís y borbón (que se retiraba aquí alguna temporada, harto de las infidelidades de su esposa, Isabel II) o Alfonso XII, que pasó aquí el duelo a la muerte de María de las Mercedes.
Al acabar comeremos y después emprenderemos el camino de vuelta a Zaragoza, donde llegaremos hacia las nueve de la noche.
Este es el plan. Si os animáis a venir a descubrir con nosotros esta provincia llena de sorpresas, aquí os dejo los detalles:
Precio – 1.085 € por persona en habitación doble (suplemento habitación individual, 235 €)
El precio incluye:
Forma de reserva
La agencia de viajes es:
VIAJES VIMAR S.A.
AUTOVIA DE LOGROÑO, KM. 2,400
POLIGONO EL PORTAZGO 66
50011 – ZARAGOZA
Título: C.A.A.: 3MM
GOZARTOURS
C/ San Agustín, 27-29, 2º B
50002, Zaragoza
Título: C.A.A. 325
CONDICIONES DE CANCELACIÓN
Cancelación voluntaria del viaje por el viajero antes de la salida por motivos no incluidos en el seguro:
El viajero en cualquier momento antes del inicio del viaje puede resolver el contrato, pero deberá abonar a la agencia
minorista/organizadora los siguientes gastos de gestión y anulación del viaje:
-Gastos de Gestión: 30 € por persona.
-Gastos de anulación:
* Entre 45 y 30 días antes de la salida: 25%
* A partir de 30 días antes de la salida: 100%
(El seguro de viaje una vez contratado no permite reembolso)
De no presentarse a la hora prevista para la salida, no tendrá derecho a devolución alguna.
El desistimiento produce efectos desde el momento en que la voluntad de desistir del consumidor llega al conocimiento de la agencia.
Para todos los cómputos de plazos, los días se entienden naturales.
Calle San Agustín 27-29, 50002 Zaragoza
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