¿Eres de los que piensan que no hay color más bonito que el naranja de una botella de Veuve Clicquot? ¿Y que a Francia se le puede perdonar todo sólo por haber inventado el champagne (y el foie gras)? ¿Y que Dom Perignon es mucho más importante para la Humanidad que Napoleón? Pues entonces eres de los míos.
Y es que sólo hay dos bebidas que puedan tomarse a cualquier hora: el champán (o champagne, que lo mismo da) y el agua. Siempre sientan bien, siempre son oportunas y a nadie con dos dedos de frente se le ocurriría discutirlo. “¿Una copa de champán para desayunar, querida?“, pues claro que sí, o a las cinco de la mañana tras una noche de fiesta, o como aperitivo, o después de comer, o comiendo… siempre, siempre, siempre se da en la diana con una copa de champán, no lo dudéis. Es como un vaso de agua fresca, que siempre es un acierto. Y por supuesto, siempre hay que tener una botella en la nevera, porque el champán es… lujuria, sexo y lujo, lujo y sexo en una sola copa. ¿Quién da más? Al fin y al cabo, ya lo decía “Gigi” cuando cantaba aquello de que “La noche que inventaron el champán pensaron en tí y en mí“.
The night they invented champagne
It’s plain as it can be
They thought of you and me
The night they invented champagne
They absolutely knew
that all we’d want to do
Is fly to the sky on champagne
And shout to everyone in sight
That since the world began
no woman or a man
has ever been as happy as we are tonight!
Lo que viene a significar, más o menos, que la noche que inventaron el champán pensaron en tí y en mí, y tenían claro que nos iba a hacer volar hasta el cielo. Ah, y que desde que el mundo empezó nunca nadie, ni hombre ni mujer, fue tan feliz como nosotros esta noche. La verdad es que la noche que inventaron el champán nadie pensaba en nada de todo eso, seguramente porque no sólo fue por casualidad, sino que además parece que lo inventó un monje. Sí, sí, un monje benedictino llamado Dom Pérignon.
En 1638 tuvo lugar un hecho esencial para la historia de la humanidad, pues nació Pierre Pérignon (obviamente no pudieron brindar con champán para celebrarlo, porque todavía no le había dado tiempo de inventarlo). Lo de Dom le vendría más tarde, porque es una especie de título que se les da en Francia a algunos eclesiásticos (algo así como el Don español). Porque a eso se dedicó, a la Iglesia. A los 19 años entró en un monasterio benedictino, y cuando tenía 30 fue trasladado a la abadía de Hautvilliers, en plena región de Champagne.
Allí se hizo cargo de la bodega, pues aunque era casi ciego debía tener un olfato estupendo. La vida transcurría tranquila en la abadía, hasta que un día, de pronto… oyó una explosión. El venerable monje se puso a buscar la botella que había estallado para ver qué había ocurrido, y abrió otra para ver si estaba todo en orden. Lo probó, y dicen que exclamó una de las frases más hermosas de la historia de la Humanidad: “¡Estoy bebiendo estrellas!“. Pura poesía. ¿Qué había ocurrido? Pues que aquel vino había fermentado dos veces, y no una como era habitual. Había nacido el “méthode champenoise“.
Las botellas normales no valían, hacía falta que fueran más resistentes. Y había que impedir que el corcho no saliera disparado, para lo que inventó la corona de alambre. Ya estaba todo preparado para uno de los grandes descubrimientos de la historia, y probablemente el más lujurioso. Había nacido el champán. Tiempo después la casa Moët&Chandon compraría los viñedos de la abadía y homenajeó al descubridor con el champán más famoso del mundo: Dom Pérignon. El suave rumor de sus burbujas es la mejor banda sonora para cualquier actividad lujuriosa que se os ocurra.
Y si queréis más lujuria y sois un grupo, poneros en contacto con nosotros porque podemos organizar nuestras CENAS LUJURIOSAS o nuestra ruta UNA HISTORIA DE LA LUJURIA EN ZARAGOZA. Llamadnos al 976207363 o escribid a educacion@gozarte.net y lo hablamos.
Y si queréis leer más…
Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr)
Lujuria es… Sexo en Nueva York
Lujuria es… unas piernas de cinco millones de dólares
Lujuria es… el teatro chino de Manolita Chen
Lujuria es… el “gabinete secreto” de Nápoles
Calle San Agustín 27-29, 50002 Zaragoza
Teléfono 976 20 73 63
Aviso Legal | Condiciones Generales | Política de Privacidad | Política de Cookies
Copyright © 2018 Gozarte | Todos los Derechos Reservados | Desarrollo web analiZe
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] en 8 agosto 2011 a 10:45 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] en 8 agosto 2011 a 10:45 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] en 8 agosto 2011 a 10:45 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] en 8 agosto 2011 a 10:45 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] en 8 agosto 2011 a 10:46 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] en 8 agosto 2011 a 10:46 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] en 8 agosto 2011 a 11:00 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] en 8 agosto 2011 a 11:00 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] en 8 agosto 2011 a 11:00 | Inicia sesión para responder Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) « gozARTE.net […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]
[…] Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr) […]