Descripción
Durante la primera mitad del siglo XVI Aragón vivió un momento económico espléndido, que se refleja muy especialmente en las artes. Por todas partes se hicieron nuevas construcciones, ayuntamientos, lonjas, capillas… y las iglesias se llenaron de retablos, especialmente de escultura. Calatayud fue un importante centro artístico en el que trabajaban muchos talleres que atendían a una demanda importantísima, aunque también llegaban algunos venidos de fuera, incluso de Italia, sabiendo que había una clientela con gustos modernos y un poder adquisitivo. En los pueblos de los alrededores se conservan obras magníficas de este momento (algunas de ellas, que veremos, hechas por un italiano, Pietro Morone, que trajo la nueva manera de pintar del Miguel Ángel que acababa de hacer el Juicio Final de la Capilla Sixtina).
Saldremos a las 8’30 de Zaragoza para dirigirnos a la IGLESIA DE SAN MIGUEL de PARACUELLOS DE JILOCA, cuyo retablo mayor y puertas están aún sin restaurar pero son una auténtica joya. Últimamente se han restaurado las puertas del retablo de San Pablo, en Zaragoza, o las impresionantes de Ibdes que veremos esta tarde; a estas de Paracuellos aún no les ha llegado su turno, pero aún así es impresionante descubrir cómo en este pequeño pueblo tenemos estas pinturas que siguen muy de cerca la última moda de la pintura italiana gracias a que un pintor del país vecino, Pietro Morone, pasó a España y trabajó mucho en esta zona.
Continuaremos por la ribera del Jiloca, donde visitaremos la espectacular IGLESIA DE LA ASUNCIÓN de FUENTES DE JILOCA, uno de esas construcciones de planta de salón que se pusieron de moda en el siglo XVI y de las que en Aragón tenemos ejemplos espectaculares (la Seo de Zaragoza, por ejemplo, que sería el modelo para muchas de ellas, o la iglesia de Ibdes, que también veremos hoy).






Durante los días de Semana Santa era preceptivo que todas las imágenes de las iglesias estuviesen tapadas. En realidad lo que se tapaban eran los retablos con grandes cortinas y algunos incluso se cerraban con puertas, que se abrían con el canto del ” Gloria in excelsis” en la noche de la Vigilia Pascual, misa del sábado de Gloria, para mostrar de nuevo el retablo en todo su esplendor. Por desgracia, de todos los retablos que tuvieron puertas o sargas, sólo han llegado a nuestros días unos pocos conjuntos completos, como los de Ibdes y Paracuellos que hemos visto hoy, el de la iglesia de san Pablo de Zaragoza, el de Longares… y muy pocos más (alguno de ellos completamente desmontado). Hoy tendremos la oportunidad no sólo de verlo, sino de poder ver cerrar y abrir las puertas, algo que muy pocas veces hay ocasión de disfrutar.


Cuándo – Domingo 12 de noviembre a las 8’15
Dónde – Paseo de María Agustín, 20, delante del Museo Pablo Serrano
Precio – 70 € (jubilados y mayores de 65 años, 67 €; niños menores de 12 años, 64 €). TODO INCLUIDO: autobús, guía acompañante, comida, todas las entradas, todas las visitas guiadas