Descripción
Hasta que no se cubrió el Huerva (que corre por debajo de la Gran Vía y el Paseo de la Constitución), en esta zona lo que había era un puente y un camino, el camino de Torrero, que llevaba hasta el puerto más importante del Canal Imperial, el de Miraflores. Fue cubrirse el río y la cosa cambió completamente, y este paseo, que con el tiempo se dedicaría al político liberal Sagasta (Práxedes Mateo llevaba por nombre) se convirtió en una zona de moda de la ciudad, en la que muchas de las principales familias de la burguesía fijaron su residencia.
En una de las aceras se hicieron chalets (algunos monumentales) de los que poco se conserva, y en la otra edificios de pisos que muchas veces construía una familia para vivir en el principal (que por eso se llamaba así) mientras alquilaba el resto. En este recorrido hablaremos de lo que ha desaparecido (que es mucho), pero también de lo que conservamos (que es aún más), un muestrario estupendo de la arquitectura de la primera mitad del siglo XX: edificios modernistas, eclécticos y también racionalistas (como el magnífico y no suficientemente valorado de la Confederación Hidrográfica del Ebro).
¿Os venís a descubrir con nosotros los secretos de uno de los paseos con más encanto de Zaragoza?
Dónde – Paseo de la Constitución (delante de Ibercaja) domingos a las 11:30